Capítulo 6. Desarrollo de paquetes
Al final del capítulo 4 se hizo una breve introducción sobre cómo transformar un módulo de Julia en un paquete, para facilitar su reutilización en otros proyectos, tomando el paquete Fracciones como ejemplo. En el presente capítulo vamos a desarrollar este tema en mayor profundidad, con más consejos e instrucciones para mejorar la calidad, robustez y usabilidad de los paquetes en Julia.
Compatibilidad de las dependencias
Un proyecto de Julia convencional es reproducible gracias a que su archivo Manifest.toml
incluye información detallada sobre todas sus dependencias directas e indirectas. Pero esto no sirve para los paquetes, porque al añadir un paquete a un proyecto con ]add
o ]dev
, el Manifest.toml
del paquete no se tiene en cuenta. El motivo es que el proyecto podría tener otros paquetes con dependencias comunes, pero con versiones de esas dependencias distintas declaradas en su Manifest
; así que si tuvieran que considerarse los contenidos de esos archivos –que recordemos, especifican las versiones exactas de las dependencias a instalar–, el conflicto estaría servido.
En lugar de eso, los paquetes declaran las versiones admisibles de sus dependencias en la sección [compat]
del archivo Project.toml
. En el paquete Fracciones, esa sección es:
[compat]
julia = "1"
MacroTools = "0.5"
Esto significa que el paquete requiere el uso de una versión de Julia compatible con la número 1, y de una versión de MacroTools
compatible con la número 0.5. Esta definición de compatibilidad está basada en la numeración de SemVer, que identifica las versiones como una secuencia de tres números ("versión mayor", "versión menor" y "parche"). Concretamente, el criterio que se sigue es el siguiente:
- Puede omitirse el número de parche (como en
MacroTools = "0.5"
), y también el número de versión menor (dejando solo el número de versión mayor, como enjulia = "1"
). Los números que se omiten se asumen que son0
. Así, el ejemplo es equivalente a indicarjulia = "1.0.0"
yMacroTools = "0.5.0"
. - Se consideran compatibles todas las versiones iguales o mayores que el número especificado, siempre que se mantenga fijo el número de mayor nivel distinto de cero.
Así, en el caso de nuestro paquete de ejemplo, las versiones compatibles de MacroTools
son 0.5.0
, 0.5,1
... y todas las que comiencen por 0.5
; y las versiones de Julia admitidas son todas las que comienzan por 1
.
Esto implica que al ejecutar ]add Fracciones
en un proyecto, se comprobará que la versión de Julia es 1.x.y
, el gestor de paquetes buscará versiones de MacroTools
que comiencen por 0.5
, e instalará la mayor de ellas que también sea compatible con otros paquetes que hubiera ya instalados en ese proyecto. El paquete escogido se utilizará para actualizar el Manifest.toml
del proyecto en el que estamos.
La especificación de compatibilidad puede ser más compleja si hace falta. Por ejemplo, si se da una secuencia de versiones separadas por comas (p.ej. "0.5, 0.6"
), se considerará la unión de todos esos rangos. También se pueden indicar rangos más amplios ("0.5 - 1.3"
para todas las versiones entre esos dos límites), rangos abiertos (p.ej. ">= 1.3"
para cualquier versión igual o mayor que 1.3, incluidos cambios en versiones mayores), y otras condiciones. Se puede consultar el manual oficial de Julia para las reglas completas sobre compatibilidad.
Numeración y control de versiones
Al igual que podemos usar los números de versión de nuestras dependencias para gestionar adecuadamente las compatibilidades, también es conveniente que en nuestro paquete actualicemos el número de versión señalado en Project.toml
cuando se haga algún cambio en el código –y si vamos a compartir el paquete o a utilizarlo en proyectos distintos, es una práctica imprescindible para asegurar la reproducibilidad–.
Para facilitar que el gestor de paquetes escoja las versiones adecuadas, es muy recomendable seguir el criterio SemVer de numeración de versiones. Según este criterio la versión de un software viene indicada por tres números que separamos por un punto:
- La primera versión "estable" del software recibe el número de versión 1.0.0.
- Si se hace algún arreglo para solucionar bugs, sin alterar en ningún otro aspecto la funcionalidad del software, se incrementa el tercer número, dejando los demás iguales. P.ej. de la versión 1.0.0 se pasaría a la 1.0.1.
- Si se añade alguna mejora o se hace algún cambio más allá de esos "parches", pero el cambio no es disruptivo, se incrementa el segundo número (el de "versión menor") y se reinicia el tercero. P.ej. de la versión 1.0.5 se pasaría a la 1.1.0. Se entiende que un cambio no es disruptivo si se mantiene la compatibilidad con versiones anteriores: es decir, que los programas que funcionaban con las versiones anteriores siguen funcionando igualmente con la nueva.
- Si se hace algún cambio disruptivo, que no asegura la compatibilidad con versiones anteriores, se incrementa el primer número (el de "versión mayor") y se reinician los otros dos. Por ejemplo, de la versión 1.4.3 se pasaría a la 2.0.0.
- Lo normal es que cuando se hace un cambio menor o mayor, las siguientes versiones se basen en la más reciente, pero no hay impedimento en que si por ejemplo se ha creado una nueva versión mayor con el número 2.0.0, más tarde se arregle algún fallo de la 1.4.3 y se le dé el número 1.4.4, para que la puedan usar quienes desean seguir trabajando con "la versión 1".
- No hay ningún límite superior para ninguno de los tres números que componen la versión. Puede existir perfectamente la versión 1.99.54 y seguir con la 1.99.55 o 1.100.0, siguiendo las reglas anteriores.
En el código SemVer, durante las primeras fases de desarrollo, cuando aún se está experimentando, se suele usar el número 0 como indicador de "versión mayor", y las demás reglas no aplican, para dar más libertad a los programadores. Pero el gestor de paquetes de Julia aplica un criterio especial para las versiones que comienzan con 0, según el cual se considera un cambio disruptivo cualquier cambio en el número de mayor nivel que no sea 0.
Una cuestión más complicada es cómo mantener las distintas versiones de un paquete, para poder instalar una u otra en función de otras dependencias. La solución más trivial es guardar copias de cada versión en una carpeta distinta; pero para ir más allá de pequeños proyectos personales, es necesario usar algún sistema más sofisticado de control de versiones. En particular, si se desea utilizar el gestor de paquetes de Julia para manejar adecuadamente las versiones de un paquete, hace falta que la carpeta del paquete sea un repositorio de Git.
Sin adentrarnos en el territorio de gestión de versiones con Git, que es un asunto aparte, se puede comentar muy sucintamente que se trata de un software que permite configurar los directorios que se escojan para convertirlos en "repositorios Git". La diferencia entre un directorio normal y un repositorio Git es que estos últimos alojan todas las versiones que se quiera de los contenidos del directorio. En casi todas las cuestiones prácticas, es como si ese directorio solo tuviera una versión –el llamado "árbol de trabajo", que es el contenido visible del repositorio–. Pero hay un subdirectorio oculto (llamado .git
), que contiene un historial de versiones anteriores. El software de Git puede manipular este historial, registrando nuevas versiones e intercambiando el árbol de trabajo por cualquiera de ellas cuando se desee, creando desarrollos en paralelo, etc. Si se genera la estructura de un paquete con herramientas PkgTemplates o PackageSkeleton, este será desde el principio un repositorio de Git, aunque su manejo posterior queda a cargo del usuario.
Registro de paquetes
Para que el gestor de paquetes sepa dónde buscar para instalar una u otra versión de un paquete dado, este ha de estar incluido en un registro de paquetes. Los registros son índices alojados en el depósito de Julia (generalmente en el directorio .julia/registries
), que contienen detalles técnicos de un conjunto de paquetes, incluyendo la fuente desde la que se pueden descargar y el código de los commits asociados a cada versión. (Los commits son puntos específicos de la historia de un repositorio de Git.) Cuando utilizamos instrucciones como ]add
, ]update
, etc. dando solo el nombre de un paquete (sin una dirección desde la cual descargarlo), el gestor de paquetes busca ese paquete en los registros disponibles, y utiliza la información contenida en ellos.
El registro más conocido es el Registro General, que incluye miles de paquetes y es el que se suele instalar por defecto con Julia. Pero eso no impide añadir en paralelo otros registros, e incluso crearse un registro propio. (Para crear un registro propio una buena opción es el paquete LocalRegistry, muy útil y fácil de usar –considerando que se sepa cómo usar Git–.) La mayoría de operaciones con el gestor de paquetes implican también una actualización de la copia local de los registros, de tal manera que si los creadores de otros paquetes han registrado nuevos paquetes o versiones de los mismos en el Registro General –o en otro que tengamos sincronizado en nuestra instalación–, tendremos acceso inmediato a todas las novedades sin necesidad de hacer nada especial.
Si queremos tener nuestro paquete disponible en el Registro General, en primer lugar es necesario publicarlo en un repositorio Git, con una licencia de código abierto aprobada por la OSI. Si se ha escogido GitHub como plataforma para publicarlo, posiblemente el procedimiento más cómodo para solicitar que se añada nuestro paquete al Registro General sea usar la aplicación Registrator (véanse las instrucciones en su propia página web). Alternativamente, JuliaHub también ofrece un servicio gratuito para registrar paquetes. Otros registros pueden tener distintos mecanismos para indexar paquetes y versiones de los mismos.
Tests
Durante el desarrollo de cualquier proyecto lo normal es hacer pruebas para comprobar que el código que se escribe funciona correctamente. Una práctica muy recomendable es guardar el código de estas pruebas en un proyecto aparte, para poder repetirlas siempre que se quiera volver a verificar el funcionamiento del programa, especialmente si se hace algún cambio.
La ejecución de estas pruebas puede automatizarse en el caso de los paquetes de Julia, si el proyecto que las contiene se aloja en una carpeta llamada test
dentro de la estructura de archivos del paquete, y el script principal se guarda en un archivo llamado runtests.jl
dentro de esta carpeta. En el caso del paquete Fracciones, el contenido de ese script es el siguiente (solo se muestra una parte del código, que es mucho más largo):
using Test, Fracciones
@testset "Constructores" begin
@test Fraccion(true, 0x0f) === Fraccion{UInt8}(1, 15) # comprobar tipos
@test Fraccion(0x00, 5) === Fraccion(0, 1) # ok aunque 0x00 == typemin(UInt8)
# [...] Más líneas que comienzan con `@test`
end
# [...] Más código como el anterior
Las únicas dependencias en este caso son el propio paquete Fracciones
que se desea poner a prueba, y el módulo estándar Test
, que facilita la definición de las pruebas. El proyecto test
podría tener también otras dependencias que no tengan nada que ver con el paquete principal; por ejemplo algún paquete como CSV
para cargar datos a partir de archivos, o cualquier otro.
El contenido principal de runtests.jl
son líneas de código encabezadas por la macro @test
, a la que sigue una expresión con una operación que debe devolver true
o false
. En este caso también tenemos conjuntos de estas líneas agrupados en bloques @testset
, como se muestra arriba.
Gracias a que se han organizado de esta manera, estas pruebas pueden lanzarse directamente desde el entorno de cualquier proyecto que tenga el paquete Fracciones entre sus dependencias. Únicamente hay que ejecutar el comando ]test Fracciones
en el entorno de gestión de paquetes:
(proyecto1) pkg> test Fracciones
Testing Fracciones
Status `/tmp/jl_YtCQpK/Project.toml`
[81451a68] Fracciones v0.1.0 `/home/heliosdrm/.julia/dev/Fracciones#master`
[8dfed614] Test
Status `/tmp/jl_YtCQpK/Manifest.toml`
[81451a68] Fracciones v0.1.0 `/home/heliosdrm/.julia/dev/Fracciones#master`
[1914dd2f] MacroTools v0.5.6
[2a0f44e3] Base64
[8ba89e20] Distributed
[b77e0a4c] InteractiveUtils
[56ddb016] Logging
[d6f4376e] Markdown
[9a3f8284] Random
[9e88b42a] Serialization
[6462fe0b] Sockets
[8dfed614] Test
Test Summary: | Pass Total
Constructores | 13 13
Test Summary: | Pass Total
Conversiones | 3 3
Test Summary: | Pass Total
Signos | 3 3
Test Summary: | Pass Total
Propiedades y generadores | 21 21
Test Summary: | Pass Total
Operaciones algebraicas | 20 20
Test Summary: | Pass Total
Comparaciones | 108 108
Test Summary: | Pass Total
Función y macro `fraccion` | 4 4
Testing Fracciones tests passed
(También podría haberse ejecutado sencillamente el comando ]test
desde el entorno del propio paquete, si se está trabajando en su desarrollo.)
Al ejecutar ese comando obtenemos en pantalla un resumen de los resultados del script . Cada conjunto de pruebas recogido en un @testset
se reporta en una línea, que indica cuántos @test
se han ejecutado en total, cuántos han pasado correctamente y cuántos han fallado (ninguno en este caso).
Además de la macro @test
para pruebas simples como las del ejemplo, el módulo Test
proporciona variantes que permiten verificar si una función se interrumpe con un error o emite warnings cuando corresponde, comprobar los tipos de variable que dan como resultado las funciones, etc. Estas utilidades se pueden consultar en la documentación oficial sobre el módulo Test
.
Documentación
Documentar un programa es esencial para que los usuarios puedan entenderlo, y también para el mantenimiento del código. Las herramientas de Julia para documentar un paquete son las mismas que se pueden utilizar en cualquier otro tipo de proyecto.
La principal fuente de documentación se encuentra en el propio código, en forma de docstrings. Estos son textos escritos en formato Markdown, que tienen como propósito describir los tipos, funciones u otros objetos que aparecen en el código. La forma más sencilla de asociar un docstring a un objeto es escribirlo justo antes del mismo. En el archivo src/fraccion.jl
dentro del paquete Fracciones hay varios ejemplos, como el de la función fraccion
hacia el final:
"""
fraccion(x, y)
Crea una fracción equivalente a dividir `x` entre `y`.
Los valores introducidos han de ser interpretables como números enteros o fracciones.
# Ejemplo
```jldoctest
julia> fraccion(Fraccion(5,2), 3)
Fraccion(5, 6)
```
"""
fraccion(x, y) = Fraccion(x) / Fraccion(y)
En todo ese código la función fraccion
es solo la última línea; todo lo anterior es el docstring, que está con formato de una cadena de texto "multilínea" (enmarcada con triples comillas). Esto no es para nada desproporcionado: todas las líneas empleadas en una buena documentación están bien aprovechadas, aunque eso suponga multiplicar la extensión del código. El contenido y estructura del docstring es libre, aunque hay ciertas convenciones que se suelen seguir a la hora de estructurar los contenidos de la documentación (véase el apartado sobre docstrings en el manual oficial).
Además de escribir el docstring junto al objeto, también se puede utilizar la macro @doc
para asociar un texto y un objeto dados. Esto es útil en ciertos casos, por ejemplo si se quiere asignar el mismo docstring a varios objetos:
const FOOBAR_DOC = """
`foo(x)` multiplica `x` por 2.
`bar(x)` suma `x + 2`
"""
@doc FOOBAR_DOC foo(x) = 2*x
@doc FOOBAR_DOC bar(x) = x + 2
La macro @doc
no solo sirve para asignar un docstring a un objeto, sino también para extraerlo: el comando @doc foo
busca el docstring que haya asociado a foo
, y lo devuelve si existe.
Ese docstring es el texto que se muestra en el modo de ayuda del REPL (al que se entra pulsando ?
al comienzo de la línea), cuando se consulta por el objeto en cuestión (véase un ejemplo en la figura 1). Otras herramientas capaces de interpretar los docstrings también emplean esos textos en las páginas o paneles de ayuda, dando formato a los títulos, listas, tablas, etc. según los códigos de Markdown empleados.
Figura 1. Modo de ayuda del REPL
Describir un programa o un paquete mediante docstrings en el mismo código es cómodo para la persona que está programando, y también resulta útil poder consultarlos durante una sesión de trabajo, por ejemplo para averiguar cómo se maneja una función o cómo se opera con cierto tipo de variable. Pero para aprender a usar un paquete o entender cómo funciona un programa normalmente hacen falta explicaciones más narrativas, que se suelen presentar en forma de manuales o páginas web. Hay varios paquetes de terceros que facilitan la construcción de ese tipo de documentos. El más empleado, y de hecho el que se usa para crear la documentación oficial de Julia, es Documenter. Podrás comprobar también, por el aspecto y por la nota al pie de cada página, que esta misma guía también está construida con Documenter.
El repositorio del paquete Fracciones también tiene publicada una página de documentacion, generada con el paquete Documenter a partir del código que hay en la carpeta docs
del repositorio. Se trata de una documentación muy elemental, que representa un ejemplo minimalista de cómo emplear esa herramienta. El código fuente de página de documentación se encuentra en el archivo docs/src/index.md
, que es un texto en formato Markdown con el contenido de la página. Además, hay un script en el archivo docs/make.jl
que contiene las instrucciones para que Documenter genere la página web. El código de ese script se reduce a las dos líneas siguientes:
using Documenter, Fracciones
makedocs(sitename="Fracciones.jl")
La función makedocs
se encarga de buscar todos los archivos con extensión md
que haya en la carpeta src
(dentro de docs
, que es donde se encuentra el script), procesarlos y transformarlos en formato HTML. Además, construye el menú lateral para poder navegar entre las distintas páginas. La página principal es la identificada por el archivo index.md
, y el orden y organización de las demás viene dado por argumentos extra de la función makedocs
, que en este caso tan básico no se han empleado.
Como se puede ver, la página web incluye cuadros con textos de los docstrings que hay en el código del paquete, pero no ha hecho falta volver a escribir esos textos expresamente para la página de documentación. En su lugar, el archivo index.md
tiene bloques como:
```@docs
numerador
denominador
reciproco
```
El generador de documentación de Documenter sustituye ese bloque por tres cuadros de texto, con los docstrings de las tres funciones que se han indicado. Cuando el docstring contiene ejemplos en bloques etiquetados con jldoctest
, como el de la función fraccion
que se ha mostrado al comienzo de esta sección, se ejecuta ese código y se verifica que los resultados son iguales a los escritos.
Naturalmente, el propio paquete Documenter cuenta con una documentación amplia, detallada y muy bien cuidada (en inglés). En ella se puede encontrar toda la información de cómo usarlo, para sacarle el máximo provecho al construir la documentación de otros paquetes.
Artefactos
La mayoría de paquetes requieren herramientas que no forman parte directamente del mismo. Cuando esas herramientas tienen forma de otros paquetes de Julia, estos pueden introducirse como dependencias del mismo, tal como se ha visto anteriormente. Pero también puede darse el caso de que se quieran emplear librerías y programas compuestos en otros lenguajes, bases de datos sin código de Julia asociado, u otro tipo de recursos que no tengan forma de paquete de Julia. Para esas situaciones se usan los llamados "artefactos".
Los artefactos son, básicamente, conjuntos de archivos que se guardan en el depósito de Julia (generalmente dentro de .julia/artifacts
), y para los que se proporciona un mecanismo de acceso seguro y fiable desde los paquetes. Un aspecto interesante es que su gestión es independiente de la de los paquetes que los emplean. Esto significa que, al igual que ocurre con las dependencias ordinarias, las actualizaciones de un paquete no altera necesariamente los artefactos que emplea, y que varios paquetes pueden hacer uso del mismo artefacto.
Normalmente los artefactos solo aparecen en paquetes con cierto nivel de complejidad, por encima de la que se cubre en esta guía, así que no nos detendremos en muchos detalles sobre este recurso. Veremos únicamente algunas ideas clave sobre cómo se crean y cómo se accede a ellos desde los paquetes.
La situación más básica es aquella en la que tenemos un conjunto de archivos ya generados previamente, posiblemente disponibles en algún sitio de Internet, y lo único que necesitamos es que esos archivos estén recogidos y accesibles para nuestro paquete. Si tenemos la suerte de que el conjunto de archivos se pueda descargar comprimido en un archivo de tipo tar.gz
–o si podemos generarlo nosotros de esa manera y subirlo a un sitio accesible–, lo más sencillo es recurrir a la función add_artifact!
del paquete ArtifactUtils. Esa función toma un nombre arbitrario para el artefacto y su ruta de descarga, y genera o modifica un archivo llamado Artifacts.toml
, que ha de estar en el directorio raíz de nuestro paquete.[1]
La estructura del archivo Artifacts.toml
puede resultar compleja de describir, pero en esencia contiene un índice con detalles de los artefactos a disposición del paquete, entre los que se incluyen su nombre, las posibles rutas de descarga, y códigos SHA asociados a sus contenidos, para garantizar la integridad de los mismos. Eso es todo lo que necesita un paquete para poder hacer uso de los artefactos referidos en él. Si por ejemplo una de las entradas de ese índice lleva de nombre abcdata
, en cualquier parte del código del paquete se podría escribir:
using Pkg.Artifacts
directorio = artifact"abcdata"
Esta acción buscaría si el artefacto identificado como abcdata
está disponible en el depósito de Julia de ese ordenador, y en caso contrario descargaría su versión comprimida de alguno de los lugares especificados, descomprimiéndolo después para tener todos sus archivos inmediatamente accesibles. A continuación, tomaría la ruta del depósito en la que reside el artefacto, y asignaría ese valor a la variable directorio
, para que la podamos usar en el resto del código como ruta de acceso a los archivos.
Artefactos con BinaryBuilder
Un uso habitual de los artefactos es poner a disposición de un paquete una o varias librerías externas, probablemente compiladas en otro lenguaje. Esto es un caso más complejo, para el que se recomienda usar las herramientas de BinaryBuilder. Entre ellas se cuenta un asistente interactivo (la función run_wizard
) para construir el código que genera los binarios y los recoge como artefactos. BinaryBuilder también crea paquetes de Julia conocidos como "JLL" (Julia-Link Libraries), cuya utilidad principal es acceder a los artefactos generados –a través de un archivo Artifacts.toml
, como hemos visto antes–. Estos JLL son paquetes de Julia al uso, que se pueden añadir como dependencias en nuestro paquete objetivo.
La creación, gestión y uso de artefactos, paquetes JLL, etc. es un tema que da para mucho más, pero no desarrollaremos aquí. Para más información un buen recurso (en inglés) es el post sobre este tema publicado por los desarrolladores en el blog de Julia.
Precompilación
Al hablar de Funciones y métodos en el capítulo 1 se explicó la técnica de compilación just in time de Julia, por la que cuando se llama a una función con un número y tipo de argumentos que no se han empleado anteriormente, se compila un método nuevo que permite acelerar la ejecución las próximas ocasiones que se use la misma función, con la misma combinación de tipos de argumentos.
Además de ese mecanismo de compilación just in time (justo a tiempo), Julia también dispone de un proceso de "precompilación" parcial que puede darse en distintos momentos (típicamente tras instalar o actualizar un paquete, o al usarlo por primera vez). El código precompilado de ese modo se guarda en archivos binarios dentro del depósito de Julia, que se cargan al usar el paquete en las ocasiones siguientes, evitando así que se tengan que repetir el mismo proceso una y otra vez cada vez que se inicia una sesión de Julia nueva.
Qué combinaciones de tipos se tienen en cuenta en ese proceso de precompilación depende del código del paquete. Naturalmente, cuando el código incluye la ejecución de funciones que se han definido en el paquete, se compilan los métodos correspondientes. Pero también se puede forzar la precompilación de métodos específicos, incluyendo instrucciones con la función precompile
. Por ejemplo, si en algún punto del paquete se escribe la siguiente línea:
precompile(foo, (Int, String, ))
Esto obligará a que la precompilación incluya un método de la función foo
con dos argumentos: el primero uno de tipo Int
y el segundo de tipo String
. No hace falta indicar ningunos valores concretos, porque se considera que los valores concretos procesados y devueltos por foo
no son relevantes para el objetivo. Lo que se busca principalmente es hacer una inferencia de los tipos que van a ir apareciendo en el código.
Puede haber algunas circunstancias que desaconsejen la precompilación de parte o todo el código de un paquete. Por ejemplo puede haber secciones del código que sea necesario ejecutar siempre que se cargue el paquete (podrían depender de la fecha o el estado actual del ordenador, de variables del entorno, etc.); o puede que el resultado de la precompilación no sea estable, que consuma un tiempo excesivo...
Para asegurar que hay una parte del código que se ejecuta en el momento de cargar el paquete, ese código puede recogerse dentro de una función llamada __init__
(sin argumentos). Esa función se ejecutará inmediatamente después de cargar el módulo en cada sesión de trabajo.
Por otro lado, si se quiere evitar a toda costa la precompilación de un módulo o un archivo, se puede hacer uso de la función __precompile__
, que toma un argumento true
o false
. Concretamente, si en un punto del código se escribe __precompile__(false)
, se está declarando que el archivo o el módulo presente no es precompilable, y cualquier intento de precompilarlo resultará en un error.
- 1Esto es válido al menos para la versión 0.1 de ArtifactUtils.jl.